Sus viviendas, o
“bohíos”, eran de dos tipos: el caney, de base circular y techo cónico,
sostenido interiormente por un poste central alrededor del cual se disponían
otros postes; y la que utilizaban preferentemente los caciques, de forma
rectangular, más amplia, con techo a dos aguas y, a veces, dotada de un zaguán
o marquesina para recibir a las visitas. Ambas edificaciones se construían con
los mismos materiales: yaguas y bejucos. Dormían en hamacas.
Vivían en chozas
construidas con troncos, yaguas, hojas de cana y otros materiales. Estas chozas
eran construidas de dos formas: circular; llamada caney, donde vivían las
grandes familias y rectangular llamada bohío, donde vivía el cacique.
FAMILIA Y SUCESIÓN
La población común
era monógama; en cambio, la poligamia regía entre los caciques y nitaínos. Los
hijos (en promedio, de tres a cinco) eran educados por sus padres y madres y
por los ancianos del clan. El clan familiar era exógamo. La línea sucesoral iba
de los padres a los hijos mayores, y, a falta de éstos, pasaba al hijo o a la
hija mayor de la hermana del muerto.
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